por Luis Vielma, enero 18, 2022
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Hechos de gran impacto para esta industria de servicios a nivel global han generado cambios y transformaciones en la manera de hacer y conducir los negocios. Pero, tal y como ha sido la característica de la industria en esta aldea petrolera mundial, las empresas operadoras y de servicios se han venido adaptando, reinventándose y creado una nueva dinámica de relación entre clientes y proveedores.
Algunos de los temas que vienen afectando a la industria de servicios en general son producto del impacto brutal de la pandemia en la economía y las actividades del comercio a nivel mundial, particularmente en México, donde dicha industria trata de entender, adecuadamente, las lecturas a la estrategia energética de la actual administración gubernamental.
“Un tema muy especial […] ha sido una mayor atención de la gente hacia el ambiente, pues muchos ven en la industria de la energía fósil uno de sus principales ofensores”.
Un tema muy especial, generado por esta pandemia, ha sido una mayor atención de la gente hacia el ambiente, pues muchos ven en la industria de la energía fósil uno de sus principales ofensores. El cambio climático ha sido la manera en la cual un grupo significativo de la población ha convertido el tema en una idea esencial para lograr cambios en los patrones de comportamiento de la humanidad en general.
Desde el punto de vista del negocio de los hidrocarburos, en lo particular, pareciera que hay un renacer desde hace más de un año asociado al control parcial del virus y la necesidad de un crecimiento económico en los países, urgidos de reiniciar sus actividades preponderantes. La demanda que genera dicho crecimiento económico ha permitido ir abriendo las llaves de la oferta de crudos y productos, la cual se ha venido mejorando de manera consistente, al tiempo que se han recuperado los precios, mismos que ponderan las pautas de recuperación del sector.
La decisión de la Organización de Países Exportadores de Petróleo (OPEP) de aumentar gradualmente su producción ha contribuido a crear más optimismo, como consecuencia del impacto que ello tiene en las operaciones de Exploración y Producción, las cuales, directamente, requieren más servicios de perforación y logística, entre otros. Así que hoy podemos ver un sector en recuperación que, además, cuenta con suficiente capital de empresas operadoras para invertir, puede avanzar más rápido en algunos proyectos que habían sido diferidos e iniciar algunos nuevos.
Esto recuerda a quienes toman las decisiones, principalmente en las empresas nacionales, la importancia de la competitividad, pues los portafolios de las compañías colocan su capital en aquellos países o lugares que les ofrecen mejores opciones para la captura del valor y recuperación de las inversiones. Esta situación también crea desafíos interesantes para la industria de servicios, con el fin de adaptar sus modelos de negocio a las realidades específicas de cada nación, pues como sabemos, culturalmente las empresas privadas, aunque tienen alma global, también tienen corazón doméstico.
Uno de los temas que cada día toma más valor en estos entornos variables e inconsistentes es la tecnología, pues los yacimientos de cualquier tipo así lo demandan, unos por su ubicación en lugares de difícil acceso y a profundidades cada vez mayores en tierra y otros por el reto que representa llegar a ellos en tirantes de agua cada vez más profundos, en el caso del mar. Asimismo, el impacto creciente del desarrollo de yacimientos no convencionales, actividad que en México aún espera su explotación.
Pemex, como empresa nacional, ha venido siendo fortalecida por la presente administración. No obstante, sus finanzas no han sido las mejores para lograr las metas que se ha trazado. El pago a los proveedores se ha convertido en una Espada de Damocles para la industria de servicios y ha tenido un impacto grande en las pequeñas y medianas empresas nacionales. También ha afectado a las empresas de servicios internacionales, pues su niveles de relación deuda/inversión es mayor en México que en cualquier otro país de Latinoamérica con operaciones petroleras.
En resumen, los acontecimientos ocurridos durante los años 2020 y 2021 han generado grandes aprendizajes para las empresas de servicios, sus modelos de negocio en la cadena de valor y sus esquemas de relaciones con los clientes. Es importante identificar esos aprendizajes y adaptarlos a las realidades que ya se empiezan a vivir en este 2022 en la región, particularmente en México, a fin de atenuar o eliminar impactos, de cara al futuro de tan importante sector.